LA REENCARNACIÓN Y LA LEY DEL KARMA.CAP. VI


Capítulo. VI.


LA REENCARNACIÓN

y la Ley del KARMA


Hemos creído oportuno y casi necesario, unir en este capítulo, a estos DOS ASPECTOS esenciales en los estudios Espirituales. Y los hemos unido, porque la Reencarnación junto con la Ley del Karma (Ley de efecto y causa) deben ser vistos desde un mismo ángulo, no parcial o individualmente, sino unidos y en su máxima conjunción. Como dos Leyes Capitales, forman dos de los PILARES BÁSICOS del Estudio Esotérico y Clave del ÉXITO para cualquier comprensión evolutiva y espiritual. Primeramente, hablaremos sobre la LEY de la REENCARNACIÓN, después estudiaremos la Ley de CAUSA Y EFECTO (Karma) y la asociaremos con la reencarnación, formando así un cuadro completo, y un entendimiento preciso, sobre dos cuestiones que han dado, últimamente, tanto de que hablar.

Entendemos por Evolución: Al ascenso Evolutivo de las FORMAS a mayores y más sensibles complejidades de estructura.

Entendemos por Reencarnación: El ascenso de la VIDA del hombre a través de sus sucesivos cuerpos que va tomando, vida tras vida. Logrando de esta manera cuerpos con más plenas y nobles capacidades de PENSAR, SENTIR y ACTUAR.

Estas dos Aspectos, son las MANOS derecha e izquierda del "Gran Arquitecto", Hacedor del mundo. El enigma del universo no está aún resuelto más que a medias, a la luz de una sola verdad. Considérense ambas como inseparables, recíprocamente complementarias, y entonces tendrá el hombre un concepto que crecerá con su crecimiento.

“Aunque generalmente se piensa de la Reencarnación como aplicable sólo a las almas de los hombres, en realidad ES UN PROCESO QUE AFECTA A TODA VIDA Y EN TODO ORGANISMO.”

Si difícil es para una verdad nueva conseguir que se la oiga en medio de la lucha y de las discusiones que caracterizan nuestra moderna civilización, lo es todavía más para una que se ha hecho nueva a fuerza de ser antigua. Ahora bien, la reencarnación es la verdad que ha hecho VIBRAR las mentes de muchos millones de seres de nuestra raza, y ha moldeado los pensamientos de la gran mayoría durante siglos innumerables. Se perdió para el pensamiento europeo en épocas de oscurantismo, cesando así de influir en nuestro desarrollo mental y moral, con gran detrimento suyo, dicho sea de paso. Durante los últimos siglos esta verdad de cuando en cuando ha BRILLADO como un relámpago en las mentes de algunos de los más grandes hombres de Occidente, como una explicación posible de algunos de los problemas más importantes de la vida humana; y durante los últimos años, desde que fue enunciada terminantemente como parte esencial de la enseñanza ESOTÉRICA, ha sido debatida constantemente, ganando siempre terreno en los que más piensan sobre los MISTERIOS de la EVOLUCIÓN de la VIDA y de la MUERTE.
Por supuesto, no hay duda alguna de que las Grandes Religiones históricas del Oriente incluyen la enseñanza de la reencarnación como dogma fundamental. En la India así como en Egipto, la reencarnación era base de la ética. Entre los Antiguos Judíos, los fariseos en general creían en ella, y se desprende de varias frases del Nuevo Testamento, que era creencia popular, como cuando Juan Bautista es considerado como una reencarnación de Elías.
Es interesante observar que la idea de la Reencarnación por sí sola no se mira ya como algo absurdo en Occidente, o al menos por las gentes ilustradas. Gradualmente está tomando el carácter de una hipótesis posible, para ser considerada por su propio mérito, como medio de explicar fenómenos de otro modo enigmáticos e incoherentes en apariencia


  
El Significado De La  "REENCARNACIÓN":

Comenzaremos por dar una explicación clara y sencilla de lo que significa reencarnación. Por lo que concierne a la etimología de la palabra la reencarnación indica volver a tomar carne, a REEN-CARNAR en un nuevo cuerpo. Se refiere también y en el mismo sentido a ENVOLVERSE repetidamente en envolturas físicas o carnales. Esto implica, desde luego, la existencia de algo relativamente permanente que entra y habita esas envolturas, que son como todos sabemos, transitorias. Pero la palabra nada nos dice acerca de la naturaleza de ESO permanente, que vida tras vida permanece inmortal, no estando sujeto a los cambios del cuerpo físico ni a su final descomposición cuando se produce la muerte física. Otra palabra usada a menudo, como sinónimo de Reencarnación, sugiere el otro aspecto del problema: la palabra METEMPSICOSIS; por ésta no se da la idea de la habitación (el cuerpo físico), sino del TRÁNSITO de lo psíquico, de lo relativamente permanente. Si unimos las dos como descripción completa de la idea, tendremos la entrada de lo psíquico o "ALMA" en "CUERPOS " sucesivos de carne o materia, y aunque la palabra "alma" se presta a serias objeciones por la vaguedad de su significado y por las determinaciones teológicas, puede, por el momento, aceptarse, por representar para la mayoría de las gentes, una forma de existencia que sobrevive al cuerpo físico al que estaba unida durante su vida en la tierra.
Todo lo antedicho sugiere la idea fundamental de la existencia de un alma que no le afecta la muerte del cuerpo donde habita. El hombre real es el alma, y no el cuerpo que es su morada donde se manifiesta en el plano físico. Pero al igual que el conductor no debe identificarse con su vehículo, así mismo el hombre interno, que es nuestro verdadero YO, no debe dejarse llevar por la ilusoria creencia que es su cuerpo de carne y hueso. El hombre antes de nacer ya existía, y cuando muera seguirá existiendo, y cuando vuelva a nacer seguirá siendo él mismo. La reencarnación es pues, una secuencia más de la intemporal existencia del espíritu, ocupando en cada reencarnación un cuerpo adecuado a sus necesidades de evolución. Cada noche se produce una maravillosa analogía a lo que estamos hablando; cuando nos retiramos para dormir morimos simbólicamente, para nacer de nuevo, en otro plano de manifestación. Así mismo cuando despertamos al día siguiente, como es lógico, tenemos que morir nuevamente en los planos superiores para poder nacer de nuevo en la vida física de nuestro cuerpo y de sus sentidos que en él poseemos. Luego, constantemente, en toda la naturaleza, morimos y nacemos cada día. Sin embargo, cada día nuestro YO sigue siendo el mismo, tras el despertar a la conciencia física, seguimos existiendo no solamente como la misma persona, en cuanto al carácter se refiere, sino también con el mismo cuerpo y la misma apariencia, aunque eso sí, un poco más viejos. La doctrina de la Reencarnación nos sugiere la posibilidad maravillosa, de poder tomar tantos cuerpos durante las edades necesarias, para poder ir perfeccionándonos, vida tras vida, hasta alcanzar la Maestría, y en su consecuencia la LIBERACIÓN. Una vez se alcanza la Liberación, tras haber aprendido todas las lecciones de esta escuela terrestre, el hombre ya no necesita volver a Reencarnar, y si lo hace será voluntariamente, aunque eso sí, en condiciones muy diferentes que cualquier peregrino.
Tanto en el Brahmanismo como en el Budismo exotérico (con X, el popular o superficial) se dice que el principio viviente que se reencarna, pasa de las formas humanas a las animales y viceversa, y que seguramente puede pasar de los cuerpos humanos a habitar en los MINERALES y VEGETALES. La creencia en esta forma, es y ha sido muy generalmente aceptada, no sólo en Oriente, sino también entre los partidarios de Pitágoras y Platón y entre los Noeplatónicos. Este punto de vista es un disfraz de la enseñanza ESOTÉRICA que bajo ningún punto admite, como más adelante comprobaremos, que el Ego del HOMBRE pueda retroceder dentro de la escala de la evolución. Esto no solamente es ridículo, sino un verdadero atropello a la Sabia Madre la de Evolución. Es como si de repente un universitario pasara el día siguiente a párvulos, esto no tiene ningún sentido ni coherencia. Tal y como afirma la enseñanza esotérica, la evolución de la Vida sigue un curso ASCENDENTE, desde el mineral al vegetal, desde el vegetal al animal y desde éste a la INDIVIDUALIZACIÓN, el HOMBRE. En nuestro actual Sistema Solar podemos comprobar, observando las Leyes de la Naturaleza, que la VIDA sigue una trayectoria ascendente, en cuanto al perfeccionamiento cada vez sofisticado, de las FORMAS y VIDAS que en ella viven. Y el Hombre como parte integrante de esa misma naturaleza no es menor, y sigue también un curso de perfeccionamiento y evolución.

La Verdadera Ley  De La Reencarnación  Dice Que, El Hombre Al Igual Que Los Demás Reinos De La Naturaleza, No Puede Retroceder Y Volver A Ser Cualquier Reino Inferior Al Ya Alcanzado.

¿Qué es lo que NO se reencarna?

Ya en anteriores capítulos hemos hablado sobre las diversas ENVOLTURAS que recubren al hombre en su manifestación en los TRES PLANOS de su existencia. Esas "envolturas”' capacitan al HOMBRE INTERNO, al verdadero "YO" inmortal a vivir, experimentar y evolucionar en todos los campos y posibilidades de esta ESCUELA PLANETARIA. Recordemos que esos CUERPOS son: (el físico, el etérico, el astral o emocional y el mental inferior o concreto). El hombre en la vida humana se manifiesta como un CUATERNARIO, estando de alguna forma limitado en ese CUADRADO que forman sus CUERPOS INFERIORES. Y es precisamente este cuaternario, lo que NO REENCARNA. Sin embargo lo que SÍ REENCARNA es el QUINTO ELEMENTO, precisamente ese elemento que no corresponde a los CUATRO INFERIORES, ese quinto elemento es el HOMBRE  INTERNO, el Alma, el Pensador, el aspecto Divino y espiritual que existe desde el PRINCIPIO hasta el FIN dentro del hombre y es nuestro verdadero Ser. Vistos estos conceptos bajo el prisma de la razón, encontramos lógico y natural que los principios inferiores que ha utilizado el hombre interno para su manifestación no puedan ser reencarnados, ya que su naturaleza es finita y material. Todo lo que es inferior y material, es en consecuencia TRANSITORIO, pasa con el tiempo, y no tiene en sí mismo una permanencia inmortal o esencial, como la que tiene el Alma o la CONCIENCIA ESPIRITUAL DEL HOMBRE.

- EL CUERPO FISICO-ETÉRICO se desintegrará tras la muerte. Y éste no podrá ser reencarnado. Y al volver el hombre nuevamente a la tierra se recubrirá con un nuevo cuerpo etérico que vitalice a su también nuevo cuerpo físico.
- EL CUERPO ASTRAL, EMOCIONAL o DE DESEOS  también dejará de existir como tal, ya que en sí misma no tiene vida propia, sino que es un cuerpo vitalizado por el alma que la mantuvo integrada por la fuerza de la VIDA SUPERIOR. El cuerpo astral es un vehículo tremendamente fuerte y poderoso, porque suele ser excesivamente vitalizado por nuestra naturaleza inferior. Todos los DESEOS, ilusiones materiales, todos los apegos y apetitos carnales, así como toda EMOCIÓN o SENTIMIENTO que creó el hombre en su vida en la tierra no podrán ser reencarnados. El cuerpo astral no es un ser, y su destino será el mismo que el del cuerpo físico y etéreo.
- EL CUERPO MENTAL INFERIOR, también pertenece, de alguna forma, a la Vida de la Naturaleza inferior, luego tampoco es divina y en consecuencia eterna. Este aspecto del hombre humano es una mezcla de DOS PRINCIPIOS: el KAMA (deseo) y el MANAS (mente). Es el cuerpo KAMA-MANÁSICO que utiliza el hombre inferior en la vida mundana. Este aspecto tampoco reencarna. Pero sí lo hará el CUERPO CAUSAL que se encuentra en el Plano Mental Superior, siendo la morada del Alma. Y ésta obviamente sí que reencarna, ya que es el verdadero PRINCIPIO y la verdadera CONCIENCIA PERMANENTE.

Por qué no recordamos nuestras vidas pasadas. La verdad es que nuestro verdadero "YO" sí que se acuerda de todas nuestras vidas pasadas. Pero acaso hemos encontrado a nuestro verdadero "YO INTERNO". La respuesta generalmente suele ser NO. He ahí la sencilla respuesta a tan difícil pregunta. Todavía por lo general  nos  identificamos con nuestro ASPECTO-ANIMAL, o podríamos decir también con nuestra naturaleza material. Esto sólo nos posibilita utilizar una pequeña porción de nuestra MEMORIA, que está dentro del 3% del consciente, y del restante potencial somos incapaces de sustraer nada. El hombre que está POLARIZADO en su aspecto inferior, sólo puede recordar cosas relacionadas a su limitado desarrollo.

El SUBCONSCIENTE, es todavía un lugar vedado, para el hombre-animal. El Subconsciente es un lugar OSCURO, no porque sea oscuro de por sí, sino porque el hombre inferior no ha sabido todavía ILUMINARLO. Allí se encuentran todos los pasajes de todas nuestras vidas pasadas. Sólo hay que penetrar allí con un antorcha para evidenciarlo. Esa antorcha encendida, es el resultado de un trabajo decididamente espiritual. Existen, por lo tanto, dos tipos de MEMORIA, la cerebral de cada encarnación, que nada sabe de las aventuras del Alma en anteriores vidas,  y la memoria Superior que es  en sí misma una parte sutil de nuestra verdadera naturaleza divina e inmortal. En ella nada se pierde, ni nada se borra u olvida, sino que está en perfecta disponibilidad para aquel que es su dueño. Su dueño es nuestra alma, y cuando aprendamos a vivir como tal, su memoria será la nuestra, y podremos entonces saber, como lo saben todos los Maestros e Iniciados, nuestro remoto pasado, y en su consecuencia TODAS NUESTRAS VIDAS PASADAS.

El Método De Reencarnar

En primer lugar debemos saber claramente qué es lo que reencarna, y para esto, qué es el ALMA, (en un capítulo anterior, explicábamos detalladamente que era el Alma y el Espíritu). Pero hagamos un poco de memoria sobre la entidad del alma.
El alma del hombre es una ENTIDAD y CONCIENCIA PERMANENTE, que vive en una forma o cuerpo de materia llamada mental superior, se llama en los estudios esotéricos modernos el CUERPO CAUSAL. Es una forma sin caracteres sexuales ni de hombre ni de mujer y sí, más bien, de ángel de la tradición, y le rodea un ovoide de materia resplandeciente, luminosa, pero delicada como los desvanecidos colores de una puesta de sol. Esta forma, llamada "AUGOEIDES", y el ovoide de materia luminosa que le rodea, forman la HABITACIÓN PERMANENTE DEL ALMA, el cuerpo causal; y en este cuerpo causal vive ella inmortal y eterna (al menos hasta que no es reabsorbida por el Espíritu; como más adelante veremos). Para ella no hay nacimiento, niñez, vejez ni muerte; es inmortal, y va creciendo en poder de amar, pensar y obrar en el rodar de los siglos. Vive exclusivamente para adiestrarse en algún aspecto de la vida por las experiencias que ha de adquirir para llegar a cifrar su felicidad suprema en cooperar a la Realización Del Plan De Dios En La Tierra.
Como veremos a continuación, el hecho de reencarnar no es solamente revestirse de un nuevo cuerpo físico, sino que también incluye  la creación y revestimiento para el alma de un cuerpo astral y mental inferior. Ahora trataremos de enumerar paso por paso cuales son las diferentes fases de ese revestimiento:

1º)
El hombre interno, el Alma, tras haber descansado y asimilado todas las experiencias de su anterior encarnación, DECIDE, VOLUNTARIAMENTE, VOLVER A ENCARNAR, con el fin de seguir su trabajo doble de perfeccionamiento.

2º)
Una vez ya preparado para su nueva encarnación EMITE SU PROPIA Y VERDADERA NOTA dentro de la sustancia de los tres mundos. Por lo cual éstos responden al llamado de la poderosa vibración que produce su VOZ.

3º)
El alma entonces REVITALIZA LOS ÁTOMOS PERMANENTES, que forman un triángulo de fuerza en el cuerpo causal. Estos Átomos Permanentes, serán los encargados de CREAR y ATRAER las materias necesarias para la construcción de los diversos cuerpos en los tres planos. Esto es posible gracias a la memoria que ellos poseen, por lo cual les capacitan para REPRODUCIR prácticamente iguales, en cuanto a la evolución alcanzada por los diversos cuerpos, los tres cuerpos que el Alma ha de habitar, el físico-etéreo, astral y mental inferior. Existe un ejemplo en la naturaleza que muestra cómo de un germen puede CONSTRUIR todo un Cuerpo. Los Átomos Permanentes son como semillas que una vez sembrados en la tierra crecen y fructifican según la INFORMACIÓN contenida en su interior. Así una  semilla de roble dará un roble, la de una rosa una rosa y la de un espino un espino. Igualmente cada Átomo Permanente creará en proporción y calidad de su INFORMACIÓN contenida, (esta información más o menos elevada depende de la madurez y experiencias alcanzadas en sus vidas anteriores).

4º)
La creación de los diferentes cuerpos para el alma se realiza de ARRIBA ABAJO, o de lo más SUTIL a lo más DENSO. Partiendo en primer lugar del Plano Mental. El Alma en esta fase ATRAE materia del plano mental inferior por medio de su Átomo Mental Permanente o también llamada Unidad Mental, y forma con ella el CUERPO MENTAL con que ha de pensar; es decir, con que ha de traducir el mundo exterior de los fenómenos a términos de pensamientos y leyes concretas.

5º)
Luego a través de su Átomo Astral Permanente ATRAE materia astral y forma con ella un cuerpo astral con que sentir; esto es, con que traducir  el mundo fenomenal a términos de DESEOS y EMOCIONES personales.

6º)
En esta fase, el alma, a través de su Átomo Físico Permanente, ORGANIZA, en el plano Etérico, la sustancia de su CUERPO VITAL, de tal modo que los 7 centros etéricos o CHAKRAS adquieran forma y puedan convertirse en recipientes de fuerzas internas.

7º)
Por último, el alma, se PROVEE de un cuerpo Físico apropiado con que obrar; es decir, con que traducir el mundo a términos de propiedades físicas. El Alma elige deliberadamente a quienes le proporcionarán la envoltura física densa necesaria, y luego esperará el momento de la ENCARNACIÓN. Los estudiantes de esoterismo harían bien en recordar que los padres sólo aportan el cuerpo físico denso (aunque esto ya es muy importante).
Este Proceso De Revestirse El Alma De Estos Tres Cuerpos                 Es La Reencarnación.”

“ Para El Alma Lo Que Nosotros Llamamos Vida Y Muerte No Es Más Que El Envió De Parte De Su Conciencia A Los Mundos Inferiores, Y Su Retorno Una Vez Más Al Suyo Propio.”

El Método De Comprobación

           El medio de estudiar las LEYES DE LA REENCARNACIÓN, no como lo harían los HIPNÓLOGOS situando a sus conejillos de Indias en estado "regresivo", o desde el punto de vista de miles de personas que en algún momento de su vida han tenido un fugaz recuerdo. Sino bajo la supervisión de aquellos Discípulos avanzados, Iniciados o Maestros de Sabiduría, que han sabido desarrollar la capacidad de poder introducirse conscientemente en los ANALES, o ARCHIVOS DE LA MEMORIA DEL LOGOS. Esta capacidad espiritual esta al alcance de todos, relativamente, o al menos de todos aquellos que estén dispuestos a trabajar por ello. Todos los INCIDENTES en los TRES PLANOS; lo que hacen, lo que sienten, o lo que piensan, queda reflejado y registrado en la "MEMORIA DEL LOGOS”; y el investigador que se ponga en contacto con ella puede observar las reencarnaciones de cualquier alma a través de los Tiempos. Se han hecho y se hacen investigaciones por este medio, y con los hechos recogidos tenemos ya bastante para deducir Leyes. El primer hecho importante de la Reencarnación es que sus Leyes difieren para los distintos TIPOS DE ALMAS, dependiendo de su estado evolutivo. El objeto de la reencarnación es capacitar al alma para PROGRESAR en conocimientos y bondad por las experiencias obtenidas en cada renacimiento; pero ocurre que mientras unas poseen capacidad para adquirir rápidamente varias experiencias, otras sin embargo, necesitan repetir una y otra vez una misma experiencia.
Los que se hallan en EL SENDERO son Discípulos de los Adeptos o Maestros de Sabiduría; y generalmente reencarnan a los pocos años de su muerte sin desprenderse de sus cuerpos mental y astral, contra lo que normalmente ocurre. En muchos casos el Discípulo en el Sendero renuncia a los siglos de felicidad de que pudiera gozar en el mundo Celestial por el ansia de continuar en el plano físico trabajando por su Maestro; renuncia a la dicha que es su galardón, para SERVIR A LA HUMANIDAD con su cooperación. El Maestro elige para él el lugar y tiempo de su nacimiento y él renace con los cuerpos astral y mental de la vida recién terminada, tomando solamente un nuevo cuerpo físico.
Las Leyes generales que rigen la reencarnación en cuanto al nacimiento en uno u otro sexo no son muy rígidas, dependiendo mucho de las circunstancias y experiencias que el alma necesita aprender y superar. El objeto de encarnar como HOMBRE o como MUJER es adquirir las CUALIDADES que se desarrollan más pronto en un sexo que en otro; pero, como varían con las almas (ya que cada alma pertenece a uno de los 7 tipos de Rayos) también las capacidades para asimilar experiencias son diferentes y como además las necesidades cambian a medida que se van viviendo las vidas, no hay una regla sólida en cuanto al número de encarnaciones en cada sexo. Generalmente no recorren más de siete vidas, ni menos de tres consecutivos en un mismo sexo; pero hay siempre excepciones. Tampoco existe un principio general que nos indique la duración de la vida en el cuerpo físico. La época del nacimiento está determinada por el fin de la vida en el mundo celestial: la de la muerte generalmente se fija de antemano por los SEÑORES DEL KARMA, aquellos Ángeles Custodios de la Ley Divina y del Plan de Dios, cuya tarea es ajustar el bien y el mal del pasado y presente de los hombres de tal modo que de su recíproca actuación resulte el MÁXIMUM del BIEN....... Pueden dar a la vida un fin temprano por enfermedad o accidente si ven que esto es lo mejor para la evolución futura del alma, y, por el contrario, si se requiere una vida larga para  que aquélla pueda adquirir alguna facultad, a este propósito se ajusta la duración.
Aunque estos delegados del Creador fijan los principales incidentes y el término de una encarnación según EL KARMA (Ley de causa y efecto) del alma; esto es, según los servicios recíprocamente prestados entre ella y las demás en las vidas pasadas, puede, sin embargo, modificarse el plan general por el EJERCICIO DE LA PROPIA INICIATIVA Y DETERMINACIÓN o la de otros cuyas acciones la afectan directamente. En las muertes por accidentes, por ejemplo, no es raro que el término sea fijado por los Sres. del Karma para la encarnación; pero hay veces en que no ocurre así, sino que el accidente es una intervención de nuevas fuerzas, que se descargan en la vida. En este caso el plan perturbado se restablecerá al principio de la siguiente vida, de modo que al final nada se habrá perdido para el alma, cuyo destino ha sido modificado por el momento por otros. En ningún caso puede el SUICIDIO formar parte del Plan de la Vida de un Hombre, y por tal acto es éste directamente responsable, aunque de esta responsabilidad puedan participar también otros.

En Esta Escuela No Puede Fracasar Definitivamente Ningún Alumno. Todos Han De Asistir Hasta Aprender La Última Lección. En Cuanto A Esto No Les Queda Otro Recurso, Pero Se Les Deja A Su Arbitrio El Tiempo Necesario Para Prepararse Al Examen Superior.

La PRIMERA LEY CAPITAL es la de la EVOLUCIÓN. Todo hombre ha de llegar a ser PERFECTO y manifestar en sumo grado las Divinas Posibilidades Latentes en su Interior, porque este es el movimiento Y es el objeto de todo el Plan de la Evolución Humana. La Ley de Evolución le impele sin cesar hacia más levantadas empresas, y si es prudente se adelantará a sus exigencias, anticipándose al necesario curso de lecciones, porque así no sólo evita todo antagonismo con la Ley sino que obtiene el máximo auxilio de su acción.

La Voluntad de Dios es la EVOLUCIÓN DEL HOMBRE. Los esfuerzos de la Naturaleza, manifestación de Dios, propenden a proporcionar los medios más apropiados para dicha evolución, que sin embargo está condicionada por los merecimientos del hombre y los lazos contraídos en el pasado. Estos LAZOS DEL PASADO, se refieren, a las deudas y recompensas sembrados en anteriores vidas, esta es la Ley del Karma.

LA LEY DEL KARMA

Ante todo, es necesario que entendamos lo que es la palabra "KARMA". No está de más aseverar que tal palabra en sí misma significa LEY DE ACCIÓN Y CONSECUENCIA. Obviamente, no existe CAUSA sin EFECTO, ni EFECTO sin CAUSA. Cualquier acto de nuestra vida, bueno o malo, tiene necesariamente sus CONSECUENCIAS.
Poco a poco y a medida que vamos creciendo en conocimientos, vemos que el hombre vive en un mundo de Leyes. Cada Ley de la naturaleza que se descubre hace más libre nuestra voluntad por más que parezca a primera vista que circunscribe nuestras acciones y, puesto que las acciones no son otra cosa que la resultante diagonal de una serie de FUERZAS del Pensar y Sentir en un mundo interno, la suprema necesidad del hombre es COMPRENDER que éste su mundo interno es un mundo de ley y de orden. La Gran Ley del KARMA, Acción y Reacción o causa y efecto que expone la Ciencia Sagrada, revela al hombre algo de su edificio interior, le ayuda a salir de la esclavitud de las circunstancias para hacerle ser el DUEÑO de las mismas.
La idea de que todo el Universo es una EXPRESIÓN DE ENERGÍA es ya familiar a nuestra ciencia moderna. El electrón es un depósito de energía, y las estrellas también lo son aunque en una escala mayor. Esta energía está sometida a un cambio continuo: el movimiento se transforma en calor o electricidad;  ésta, en magnetismo, y así sucesivamente. El hombre mismo es un depósito de energía: la ingiere en su alimento y la transforma en movimiento de su cuerpo.  La energía del hombre utilizada en una BUENA ACCIÓN es beneficiosa, y a este uso lo llamamos BUENO, y cuando se la emplea en PERJUICIO del prójimo lo calificamos de MALO. El hombre durante toda su vida es un transformador. La energía Universal entra en él para transformarse en SERVICIO o en PERJUICIO.
La Ley del Karma es la relación de CAUSA y EFECTO establecida a medida que el hombre transforma la energía. Tiene en cuenta no sólo el universo visible y sus fuerzas, como lo hace la ciencia, sino también AL INVISIBLE, más amplio, que es la verdadera esfera de acción del hombre en los TRES MUNDOS  (físico, astral y mental). - La palabra KARMA es una palabra Sánscrita (oriental muy antiguo). Y en su sentido más profundo hace referencia a la BALANZA DE LA JUSTICIA UNIVERSAL, que afecta la evolución de todo lo creado, haciéndola progresar adecuadamente. La JUSTICIA y la MISERICORDIA Divina son las dos COLUMNAS torales de esta Ley universal. La Justicia sin Misericordia es tiranía; la Misericordia sin Justicia es excesiva tolerancia. Las dos se complementan y forman la verdadera y sagrada JUSTICIA DE DIVINA. Desde el momento en que el hombre actúa, desencadena inevitablemente ciertas fuerzas que producen determinados resultados. Esta idea que relaciona la CAUSA con el EFECTO está contenida originalmente en la palabra "KARMA". 
El Karma ES UNA MEDICINA que se nos aplica para nuestro propio bien; desgraciadamente las gentes en lugar de inclinarse reverentes ante sus propios errores, protestan, blasfeman, se justifican a sí mismos, se disculpan neciamente y se lavan las manos. Con tales protestas NO SE MODIFICA EL KARMA, al contrario, se torna más duro y severo. ES NECESARIO QUE ENTENDAMOS QUE EL KARMA CUANDO PRODUCE DOLOR ES UN AVISO QUE ALGO ESTAMOS HACIENDO MAL; es como cuando comemos desmesuradamente, nuestro estómago nos riñe produciéndonos dolor. No es que el estómago nos esté castigando, sino que nos está avisando de que nos hemos excedido y, que para la próxima vez tengamos más cordura o SENTIDO COMÚN. Esta es la Ley de CAUSA y EFECTO. Cuál fue la causa del dolor de estómago, nuestra GULA; y cuál fue el EFECTO en nuestro organismo, el DOLOR, el Sufrimiento. La Ley del Karma, es pues, una medicina para que encontremos el Justo EQUILIBRIO, y no sólo en nuestro organismo, sino en todas las áreas de la vida. Diremos: "¡Entonces, ya que actuando cometemos necesariamente errores y que debemos sufrir para repararlos, vale más no hacer nada!. No es así, hay que actuar. Evidentemente sufriremos, pero con ello aprenderemos, evolucionaremos... y un día ya no sufriremos más. En cuanto hayamos aprendido a trabajar correctamente, no habrá más Karma. Cada movimiento, cada sentimiento, cada pensamiento, cada palabra, desencadenan ciertas FUERZAS que traen consigo consecuencias, naturalmente, pero supongamos que estos "gestos internos" y estas palabras estén inspirados en la BONDAD, la PUREZA y el DESINTERÉS: atraerán consecuencias BENÉFICAS, y a esto es lo que llamamos ((DHARMA)) o Karma bueno.
El Karma es la Ley de causa y efecto, pero es independiente a lo malo o a lo bueno. Por lo tanto no puede haber Karma bueno o Karma malo. Por lo general muchos han adoptado la palabra Karma para designar a los efectos que producen dolor, y han designado DHARMA a las consecuencias que nos producen alegrías, satisfacción, etc. Pero independientemente, la verdadera raíz de la palabra KARMA no es ni efectos malos ni buenos, sino simplemente, actúa en consecuencias, sean buenas o malas nuestras acciones, se ajusten a la Ley o no. El Karma "bueno", Dharma, es la consecuencia de una ACTIVIDAD ORDENADA, ARMONIOSA, BENÉFICA. El ser que sea capaz de emprender tal actividad escapará a la Ley de la fatalidad, situándose bajo la Ley de la Providencia. No hacer nada para evitar las preocupaciones y los sufrimientos no es la solución correcta; debemos ser activos, dinámicos, estar llenos de iniciativas sin que por ello el móvil de nuestras actividades sean ni el EGOÍSMO ni el Interés Personal. Es la única forma de escapar al desastre. Evadir las CONSECUENCIAS es imposible: siempre habrá causas y efectos, sea cual fuere nuestra actividad; simplemente si conseguimos actuar de manera desinteresada, no se producirán efectos dolorosos, sino alegrías, felicidad y LIBERACIÓN.
            Si para conseguir la PAZ no actuamos, no nos desarrollaremos, no aprenderemos ni ganaremos nada. Evidentemente no cometeremos ningún error, pero entonces seremos como piedras: ¡éstas nunca cometen errores! Es preferible ensuciarse, si es necesario, pero aprender  ¿Cómo queremos que un edificio en construcción no tenga manchas de cemento o de pintura? Es imposible. Hay que aceptar esas manchas mientras el edificio crece y se realiza el trabajo. Después, frotamos un poco, lavamos, nos cambiamos de ropa y de esta manera por lo menos, conseguimos terminar la casa. Está escrito en el Apocalipsis: "Sé Frío o Caliente Porque al Tibio Le Escupiré De Mi Boca". ¿Por qué, entonces, algunos prefieren seguir siendo tibios? No hay lugar para éstos. No hay que tener miedo a equivocarse. Cuando aprendamos una lengua extranjera, si no decís nada por miedo al ridículo jamás la hablaremos. No hay que temer el ridículo, hay que tener la osadía de cometer algunos errores para aprender a hablar. Pues bien, ocurre lo mismo con el Karma: no hay que paralizarse por el miedo a cometer faltas que tendremos que reparar, ya que a medida que intentamos dar una finalidad Divina a nuestros actos, no producimos más Karma sino Dharma, es decir LA GRACIA y la Bendición del Cielo.
Lo primero que necesitamos para comprender el significado del Karma es reconocer que estamos tratando de la FUERZA y sus EFECTOS. Esta fuerza puede pertenecer al mundo del movimiento o físico; al del sentimiento o astral, o al del pensamiento o mental. Nosotros hacemos uso de las tres clases: de la primera, en las ACTIVIDADES de nuestro Cuerpo Físico; de la segunda, en los SENTIMIENTOS del Astral, y de la tercera, en los PENSAMIENTOS concretos del Mental y Abstractos del Causal. Aspirar, soñar, planear, pensar, sentir, obrar, significa poner en movimiento FUERZAS DE TRES MUNDOS; y, según el uso de hagamos de ellas, ayudamos o estorbamos;  y siendo así que toda fuerza que nosotros podamos emplear, de cualquier mundo a que pertenezca, es la ENERGÍA DEL LOGOS (Dios Planetario) es claro que nosotros no somos otra cosa que TRANSFORMADORES DE ESTA ENERGÍA. Su deseo es que la transformación y uso que hagamos de ella redunde en beneficio o ayuda de su PLAN de EVOLUCIÓN. Cuando ayudamos a este Plan, nuestra actuación es BUENA: cuando lo estorbamos, es MALA, y puesto que en todo momento hacemos uso de su fuerza, en todo momento ayudamos o estorbamos a este Plan.

No siendo el hombre un individuo aislado sino una unidad en la humanidad de millones de individuos, cualquiera de sus pensamientos, sentimientos o acciones, afecta a cada uno de sus prójimos, como distribuidor de  la fuerza, en proporción a su proximidad. Cada uso que hace de esta fuerza, ayudándolo o embarazando al todo de que forma parte, tiene que producir en él un resultado, y este resultado se presenta como acción y reacción.
Es imposible escapar a la Ley de CAUSA y EFECTO. La cuestión consiste simplemente en saber qué fuerza estamos activando. Y ahora os diremos que la Ley más formidable que la Inteligencia Cósmica nos haya dado, se encuentra ahí donde nadie la busca, donde los filósofos, Teólogos y Moralistas no ven: EN LA NATURALEZA, y particularmente en la AGRICULTURA. Todos los agricultores saben que donde plantan una higuera, no recogerán uvas sino higos, y que en un manzano no encontrarán peras. He aquí la mayor de las leyes morales: RECOGEMOS LO QUE SEMBRAMOS. Podemos decir entonces que los agricultores fueron los primeros moralistas; fueron ellos quienes se percataron de que la Inteligencia de la Naturaleza había establecido una Ley estricta e INMUTABLE: la Ley de causa y efecto. Después, al observar las vidas de los hombres, encontraron esta misma Ley: si nos comportamos con crueldad, egoísmo y violencia, un día u otro ello RECAERÁ SOBRE NOSOTROS. Esta ley se llama También LEY DE RESONANCIA, Ley de acción y reacción. La pelota rebota y vuelve hacia nosotros, tarde o temprano, en ésta o en las próximas vidas. Nadie escapa a la Ley Divina, quizás a la humana pero nunca a la de Dios...

RECOGEREMOS LO QUE HAYAMOS SEMBRADO”. Si estudiamos detalladamente esta Ley Fundamental, si aplicamos su significado, se transforma en un sistema Rico y profundo, ya que cada verdad esencial tiene aplicaciones en todos los PLANOS. Explicada en detalle, esta Ley genera todo un sistema Filosófico; he ahí por qué la Religión ahora es tan rica en normas y preceptos. Pero en el fondo, encontramos que el Origen de todas esas reglas es UNA SOLA LEY: ((RECOGEMOS ÚNICAMENTE LO QUE HEMOS SEMBRADO)). A continuación de esta Ley añadimos otra igualmente verídica a modo de extensión, de aplicación en el plano Filosófico. Por ejemplo, las palabras de JESÚS: "NO HAGAMOS A LOS DEMÁS LO QUE NO QUEREMOS QUE NOS HAGAN", no son más que la prolongación de esta Ley.
Todo agravio realizado es una FUERZA LANZADA AL UNIVERSO, que obra en detrimento de otro, perturbando EL EQUILIBRIO entre éste y aquél, y que deberá restablecerse a costa del perturbador o sea del que produjo el daño. Su Karma por daño es SUFRIMIENTO, la fuerza productora, que se descarga por la víctima como punto de apoyo, restableciéndose así el EQUILIBRIO ORIGINAL. Lo mismo ocurre con una buena acción. Su Karma o reacción es una fuerza que combina circunstancias materiales de modo que produzcan COMODIDAD. Además, en este REGULADO UNIVERSO, cada tipo de fuerza obra en su propio mundo: puede uno dar limosna a un mendigo por compasión y simpatía y otro por librarse de la molestia que le causa, y ambas realizan una buena acción y para ambos el Karma de la acción en el mundo físico será un BIENESTAR; pero el primero tendrá además un Karma adicional en el mundo astral por su piedad y simpatía y que le producirá una EMOCIÓN DE DICHA, mientras que el otro no recibirá este beneficio. En cambio, si, a falta de algo que dar a uno que sufre, le acompaño en el sentimiento y le irradio uno positivo, obtendré una emoción de DICHA, pero no comodidad ...
En la actualidad observamos lamentablemente que hay mucha gente que no cree en Dios. Alegan que, si Dios existe y es justo, ¿por qué hay tanta injusticia en el mundo?, ¿por qué un niño nace en cuna rica y otro en la más absoluta pobreza?, ¿por qué unos son muy atractivos o inteligentes y otros feos y cortos de inteligencia?, ¿por qué un hombre ha de nacer ciego o mutilado?, ¿por qué, por qué, por qué...? Ciertamente si pensamos que Dios existe y es Justo, todas las preguntas anteriores quedan un poco en suspense para la mayoría de los creyentes. Ante estas preguntas podemos adoptar dos posturas bien definidas: o Dios, nuestro Creador, es un Dios Cruel e Injusto, que juega con las vidas inocentes de los hombres, bendiciendo a unos y maldiciendo a otros en el TEATRO DE LA VIDA sin ningún sentido, a su capricho. O, que hay algo en la vida de cada hombre y en sus Leyes que todavía no hemos entendido, quizás nuestros sufrimientos son debidos a nuestra IGNORANCIA de algunas Leyes que no hemos aprendido, y que, Dios Justo y Misericordioso reparte a cada cual según sus propios merecimientos. Nosotros nos inclinamos por la segunda opción. Es importante que comprendamos que el hombre antes y después de nacer no es totalmente inocente. Nuestras vidas anteriores cuentan en sumo grado las desdichas o suertes que habremos de pagar o cobrar en ésta. Por lo que no hay Ley más JUSTA que la Ley de Dios, y su Ley KÁRMICA, que resuelve en armonía todo destino que libremente decidimos con nuestros actos y pensamientos.
Aunque no creamos en Dios, no podemos dejar de reconocer la existencia de UN ORDEN EN LA NATURALEZA, lo cual implica la existencia necesaria de una INTELIGENCIA CREADORA DE ESTE ORDEN. Pensemos por un instante las cantidades de leyes naturales que han tenido que haber y hay para poder crear nuestro Universo, nuestro planeta, y nuestro cuerpo tan sumamente complicado, los vegetales con todas sus especies, el simple  -si se puede llamar simple- hecho de nuestra Inteligencia. La Inteligencia del hombre, primariamente, es un producto de las Leyes Inteligentes de la NATURALEZA. Y ¿quién programa esas Leyes Inteligentes? evidentemente, un SER o SERES SUPERIORES capaces de programar. Por lo cual se deduce que hay un PROPÓSITO  un ORDEN y un PLAN para los hombres y para toda la creación, desde el simple átomo hasta el más excelso ángel. Todo sigue un ARQUETIPO a ALCANZAR, y las Leyes Cósmicas son las herramientas para alcanzarlo.

Nosotros entramos en esta vida con un largo pasado de muchas encarnaciones; somos las mismas almas que habitaron las cuerpos primitivos de la Raza Lemur, también evolucionamos en las cuerpos Atlantes, y hemos pasado gradualmente, a medida que íbamos avanzando, a nuevos cuerpos con más capacidad y con un mejor equipo de expresión. Nada se pierde después de cada muerte. Todo es almacenado en la memoria del alma, a través de sus átomos permanentes, y este conocimiento y esta experiencia, CAPACITA al hombre en cada nueva encarnación ha desenvolverse mejor en los tres mundos. La Ley del Karma regula este CRECER continuo vida tras vida, no dejando nada en el olvido. El desarrollo físico, astral o mental que alcanzamos en cada existencia sirve para la próxima; Si en una vida cultivamos la salud, en la próxima, naceremos sanos; si cultivamos nuestras emociones superiores, naceremos, sensibles a la belleza; si cultivamos nuestra mente, nuestros pensamientos, renaceremos, inteligentes, creativos, geniales; Si cultivamos el Espíritu, naceremos, Sabios, justos, con poder, magníficos y Gloriosos... Vemos pues, que todo sigue una CONTINUIDAD, y lo que trabajamos en una vida nos sirve fielmente PARA TODA LA ETERNIDAD.

Esta es la Ley del Karma, y esta es la Ley más Justa que trata a todos POR IGUAL... Ni la SUERTE ni el AZAR tiene cabida en nuestro Universo.

La expresión frecuentemente utilizada "has tenido suerte" "que casualidad" y otras parecidas, son expresadas por aquellos individuos que obviamente desconocen las Leyes de la Vida y de la Evolución. NO EXISTE LA SUERTE, porque donde hay suerte o azar no hay Ley ni orden, hay caos, y por lo tanto no puede coexistir con un Creador, y puesto que nuestro sistema solar es un sistema ordenado, y todo ocurre de acuerdo a las leyes que las regulan, no podemos en ningún caso aceptar la palabra SUERTE o CASUALIDAD. Incluso nos atreveríamos a enfatizar que, aquellos que creen en la SUERTE o en la CASUALIDAD, están internamente en oposición a la creencia de Dios. Puesto que si Dios existe y es Justo, todos tendrán las mismas posibilidades y las mismas "suertes" por igual. Creer en la suerte es creer que Dios no ha ordenado todo de acuerdo a una Justicia Divina, y que cualquier cosa que pueda suceder no depende en absoluto de ningún propósito ni sentido esencial. Luego eso significaría creer en el CAOS y en el desorden Cósmico, cosa que no sucede en el Universo, como podría demostrar un científico.
Mahatma Gandhi dijo: "que ni una sola hoja caía al suelo, sin que la Ley lo dispusiera". Y es verdad porque TODO EFECTO TIENE NECESARIAMENTE UNA CAUSA QUE LO ENGENDRÓ, y la Ley Kármica es la Ley que origina todo movimiento en los tres mundos con perfecta destreza divina.
Otro ejemplo que podemos dar para ver como funciona la Ley del Karma, lo tenemos representado en un estanque de agua. Imaginemos ese estanque tranquilo, e imaginemos también que ese estanque es el Universo, tranquilo y en armonía. Echemos ahora una piedra en el centro del estanque. ¿Que sucede? que desde ese mismo centro empieza a salir una honda circular, que se extiende y llega hasta la orilla, luego rebota y vuelve al mismo centro donde se produjo la acción. Así también, en el universo, en la vida, lanzamos continuamente piedras que crean causas y que, después las recibimos nosotros mismos como efectos de nuestra acción. Cada piedra que cae o impresiona la vida, pueden ser de tres tipos: a través de nuestras acciones físicas, de nuestras emociones o sentimientos, o de nuestros pensamientos. Un sabio dijo: "hasta un simple parpadeo repercute de alguna manera en todo el Universo". Este comentario puede parecer a simple vista un poco exagerado, sin embargo nada más lejos de ello, porque hasta un simple sonido puede afectar al agua -a niveles moleculares- de un estanque. Esto es algo para reflexionar...
El Karma también repercute como un todo en los pueblos, a las razas humanas, a las religiones, etc. Puesto que cada CONJUNTO en su totalidad o en su parcialidad es responsable de las acciones que realizan, y por consiguiente, también serán responsables de los EFECTOS que produzcan, en cualquier campo de actividad humana que afecten. Cualquier individuo que este asociado de alguna manera a un GRUPO o ASOCIACIÓN, y participe en su gestión en cualquier nivel; ya sea económico, legislativo, o a nivel de base, está participando -según la Ley del Karma- de las repercusiones que pueda tener en la sociedad. Y por tal razón él será también responsable, tanto para bien como para mal, de cualquier efecto que produzca dicha ASOCIACIÓN. Este comentario se puede extender a cualquier actividad que conlleve la ACCIÓN CONJUNTA de más de un individuo. También es verdad que hay que decir, que la responsabilidad de cada uno depende de su cooperación e INTENCIONALIDAD.

Aparte de lo anteriormente mencionado existen CINCO TIPOS de KARMA que estaría bien mencionar, estos son:

   1º)    EL KARMA DEL MUNDO, o Mundial y Planetario.
   2º)    EL KARMA DE RAZA, o Racial.
   3º)    EL KARMA NACIONAL, de cada Nación.
   4º)    EL KARMA DE GRUPO, o Asociativo.
   5º)    EL KARMA INDIVIDUAL, de cada Uno.
 
Reencarnación y Karma en las Sagradas Escrituras:

Hasta el siglo cuarto los Cristianos creían en la reencarnación, al igual que los Judíos, los Egipcios, los Hindúes, los Tibetanos, etc... Pero sin duda los Padres de la Iglesia decidieron que esta creencia no haría más que retrasar y alargar las cosas, que los hombres no tendrían prisa en mejorarse, y entonces creyeron que suprimiendo la reencarnación empujarían a la gente a perfeccionarse en una sola vida. Obviamente se equivocaron y con su eliminación de la creencia a la reencarnación ahogaron más al hombre en su ignorancia. Vamos a mostrar una serie de versículos que demuestran definitivamente la EXISTENCIA Real y Profunda, que sobre el Karma y la Reencarnación forman parte intrínseca de las Sagradas Escrituras. Un verdadero estudio sobre la Biblia nos muestra un sin fin de ellas.

Veamos pues algunas:

En el Antiguo Testamento en un versículo de Jeremías (i,5,) dice: “Antes de que salieses del vientre, Yo te santifiqué y te ordené como Profeta...” es uno al que aluden varios Padres de la Iglesia como relacionado con la PREEXISTENCIA del Alma humana. Tanto Orígenes como Jerónimo claramente se refieren a la afirmación de que antes de que Jeremías naciera fue santificado como Profeta. Orígenes señala especialmente la circunstancia de que la Justicia Divina no podría serlo a menos que un hombre, santificado como profeta, o nacido para hacer un gran servicio al mundo, hubiera merecido aquella preeminencia por una anterior vida de rectitud, o hubiera escalado esa bendita elevación como resultado de meritorias acciones de su pasado. Luego tenemos la bien definida afirmación en Malaquías, (iv,5) de que "Elías regresaría". Hay otro interesante pasaje en el Libro de la "Sabiduría de Salomón" en el cual dice éste: “YO fui un niño de aguda viveza y tuve un Espíritu bueno. En verdad, por ser bueno, vine a un cuerpo inmaculado...” (ix,5). He aquí la  afirmación explícita de que, puesto que Salomón ya era un espíritu bueno, vino a un cuerpo sin lacras.
Cristo dijo: “Sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto”. ¿Qué podemos pensar de esta frase? o Jesús habla sin pensar al pedir a hombres tan imperfectos que se eleven en algunos años hasta la PERFECCIÓN DEL PADRE CELESTIAL, o no se da cuenta de la grandeza del Padre Celestial y se imagina que es muy fácil llegar a ser como ÉL. Ninguna de las dos opciones habla en favor de Jesús. En realidad esta frase también sobreentiende la reencarnación. Jesús no pensaba que el hombre fuese capaz de ser prefecto en una sola existencia, sino que sabía que a medida que anhelase esta perfección y trabajase para obtenerla, después de muchas encarnaciones, terminaría consiguiendo su objeto. Dice el Cristo mismo: “No es superior el discípulo a su maestro, pero cada uno, cuando llegue a la perfección, será como un Maestro” (Lucas vi,40).
Sin lugar a dudas encontramos numerosos testimonios en los EVANGELIOS que nos muestran con toda seguridad la afirmación de esta Ley. Uno de esos ejemplos más notables lo tenemos en la historia de Juan Bautista, que como dijimos anteriormente era una reencarnación del Profeta Elías. He aquí el argumento: “Un día Jesús supo que Juan Bautista había sido encarcelado; y el texto dice simplemente: “Jesús al saber que Juan fue entregado, se retiró a Galilea “. Algún tiempo después Juan Bautista fue decapitado por orden de Herodes. Después de la TRANSFIGURACIÓN, los Discípulos preguntaron a Jesús: «¿Por qué, pues, dicen los escribas que Elías debe venir primero?» Respondió él: «Ciertamente, Elías ha de venir a restaurarlo todo. Os digo, sin embargo: Elías vino ya, pero no le reconocieron sino que hicieron con él cuanto quisieron. Así también el Hijo del hombre tendrá que padecer de parte de ellos.» Entonces los discípulos comprendieron que se refería a Juan el Bautista... Entonces está claro que Juan Bautista fue la reencarnación de Elías. Pero además, nuestra pregunta es, ¿por qué Juan Bautista tuvo la desgracia de ser decapitado? ¿por qué Jesús no intervino de ninguna manera ante tan trágico suceso?. Para responder a estas preguntas hay que conocer cuales fueron las verdaderas CAUSAS que originaron tal suceso, y para conocerlas debemos investigar la vida pasada de Juan Bautista, cuando era el profeta Elías, el cual aunque tremendamente espiritual tuvo sus momentos de ira, cuando mando decapitar a muchos profetas del Dios Baal ”.
También el Cristo enunció, en el huerto de Getsemaní, una gran Ley, la Ley Kármica, cuando Pedro, precipitándose sobre el siervo de Caifas, le corto la oreja, Jesús le dijo: “Pedro; Devuelve Tu Espada A Su Vaina, Porque Aquellos Que Tomen La Espada, Perecerán Por Ella“. El que a Espada mata a hierro muere. Pero esto no siempre sucede en una misma existencia, sin embargo, la veracidad con que Jesús enunció esta Ley es demostrada con el tiempo. Esta Gran Ley universal también fue muy bien descrita en las palabras de Jesús cuando dijo: “El que siembra Rayos cosechara tempestades”.

Mas Allá De La Reencarnación

A medida que vamos avanzando en nuestros estudios, cabe la posibilidad de pensar que el hombre está eternamente condenado a nacimientos y muertes. Pero esta idea es totalmente errónea, semejante perpetuidad de reencarnaciones terrenas resulta absurda con sólo considerar que la Tierra, como astro, es uno de los innumerables mundos de preparación, que tuvo principio y que ha de tener fin. El mundo terrestre es una de tantas ESCUELAS que de tiempo en tiempo se instala en el Cosmos, y muchas de ellas son moradas de grado inferior. El Alma humana subsistirá millones de eones después que esta Tierra y millares como ella se hayan desintegrado. Dar importancia primordial a la vida planetaria de la Tierra en el orden Cósmico es contrario a las enseñanzas de los Sabios. Bien es verdad, que la mayoría de los Seres Humanos han de pasar MUCHAS VIDAS terrestres, muchas REENCARNACIONES antes de alcanzar la LIBERACIÓN, pero una vez alcanzada, el Alma llega a la etapa de Evolución Espiritual en que ya no le ATAN lazos terrenos, entonces es imposible que ni por un momento vuelva obligatoriamente a la Tierra. Esa es la verdadera Doctrina de los Sabios Antiguos; esa es la enseñanza que los Maestros de Sabiduría han ido enseñando durante milenios; esa es la enseñanza que intentamos transmitir aquí, en estos estudios.
Existe la posibilidad de vencer a la RUEDA DEL SAMSARA, a esa rueda mecánica de nacimientos y muertes que nos hace volver una y otra vez. El método para llegar a vencerla es la AUTORREALIZACIÓN ÍNTIMA DEL SER, y ésta se consigue con un arduo trabajo espiritual, de limpieza interior, transmutación y servicio. Hay actualmente muchas almas que en los planos superiores están desprendiéndose de las ligaduras terrenales, porque han entrado en la Etapa Final de la humana Evolución. También hay ahora en la Tierra muchas almas que están pasando su ÚLTIMA ENCARNACIÓN, y al morir su cuerpo físico irán a esferas más elevadas y sutiles, muchas de ellas sin relación directa con el mundo físico. Existen asimismo otras almas muy adelantadas en el CAMINO DE LA LIBERACIÓN, que sólo han de reencarnar una vez más en este mundo, para después alcanzar un excelso estado de espiritualidad y Sabiduría. La velocidad hacia la Liberación, depende en gran medida de la Voluntad y Libre Albedrío del hombre. Sólo él decide su destino, como ya dijimos.
Nos encontramos hoy en día próximos al fin de un ciclo en que un gran número de Almas se están preparando para ascender a las esferas superiores, y acaso algunos de los que lean estas líneas se hallen muy adelantados en el presente ciclo de evolución. Es un insensato empeño el intentar describir la índole de la vida  del Alma en los Planos Superiores de Existencia, pues no hay palabras lo bastante expresivas para dar a entender su significado, ni conceptos mentales capaces de entrañar la idea. Además, la mayoría de las personas no tienen aún la mente disciplinada hasta el punto de CONCEBIR la índole de la vida superior del alma. Por término medio, la mente humana sólo es capaz de concebir aquello que sólo le proporciona cada uno de los cinco sentidos físicos, y nada sabe de lo restante. Baste saber que los planos, niveles, esferas, mundos o estados de conciencia se suceden en la INFINITA escala de la Vida del Alma que por ella asciende en demanda de lo INFINITO.

Sólo puede el Alma librarse de la rueda de muertes y nacimientos cuando conoce la VERDAD y se transforma en Ella, respecto de su naturaleza y su relación con el TODO. Cuando percibe la ILUSORIA naturaleza del mundo fenomenal o material y se convence de que el ESPÍRITU es la única realidad, comienza el alma a desatar los lazos que la sujetan a la vida material y se debate contra los obstáculos y limitaciones que dificultan su adelanto.

“La Liberación Del Ciclo De Muertes Y Nacimientos
Es La Suprema Finalidad De Todo Hombre, Y Esto Lo Consigue Cuando Redime Su Materia Y Se Convierte
En Maestro De Sabiduría”.
Algunos ASPECTOS interesantes sobre la Reencarnación y el Karma:

Las Leyes generales que rigen la reencarnación en cuanto al nacimiento en uno u otro sexo no son muy rígidas, dependiendo mucho de las circunstancias y experiencias que el alma necesita aprender y superar. El objeto de encarnar como HOMBRE o como MUJER es adquirir las CUALIDADES que se desarrollan más pronto en un sexo que en otro. Las capacidades para asimilar experiencias son diferentes y como además las necesidades cambian a medida que se van viviendo las vidas, no hay una regla sólida en cuanto al número de encarnaciones en cada sexo. Generalmente no recorren más de siete vidas, ni menos de tres consecutivos en un mismo sexo; pero hay siempre excepciones.
Tampoco existe un principio general que nos indique la duración de la vida en el cuerpo físico. La época del nacimiento está determinada por el fin de la vida en el mundo celestial: la de la muerte generalmente se fija de antemano por los SEÑORES DEL KARMA, aquellos Ángeles Custodios de la Ley Divina y del Plan de Dios, cuya tarea es ajustar el bien y el mal del pasado y presente de los hombres de tal modo que de su recíproca actuación resulte el “MÁXIMUM del BIEN”....... Pueden dar a la vida un fin temprano por enfermedad o accidente si ven que esto es lo mejor para la evolución futura del alma, y, por el contrario, si se requiere una vida larga para  que aquélla pueda adquirir alguna facultad, a este propósito se ajusta la duración. Aunque estos delegados de Dios fijan los principales incidentes y el término de una encarnación según EL KARMA (Ley de causa y efecto) del alma; esto es, según los servicios recíprocamente prestados entre ella y las demás en las vidas pasadas, puede, sin embargo, modificarse el plan general por el EJERCICIO DE LA PROPIA INICIATIVA Y DETERMINACIÓN o la de otros cuyas acciones la afectan directamente. En las muertes por accidentes, por ejemplo, no es raro que el término sea fijado por los Sres. del Karma para la encarnación; pero hay veces en que no ocurre así, sino que el accidente es una intervención de nuevas fuerzas, que se descargan en la vida. En este caso el plan perturbado se restablecerá al principio de la siguiente vida, de modo que al final nada se habrá perdido para el alma, cuyo destino ha sido modificado por el momento por otros. En ningún caso puede el SUICIDIO formar parte del Plan de la Vida de un Hombre, y por tal acto es éste directamente responsable, aunque de esta responsabilidad puedan participar también otros. La Ley de la Reencarnación y del Karma sufre alguna modificación cuanto mayor sea el grado de Evolución alcanzado por el alma. Cuanto mayor es el grado de evolución más poder se tiene para modificar o corregir “CAUSAS”, y mejor servidor será, por lo cual estará sujeto a una especial atención superior. Esto no se debe malentender por preferencia o simpatía divina, sino por responsabilidad y eficacia.
            La PRIMERA LEY CAPITAL es la de la EVOLUCIÓN es: Todo hombre ha de llegar a ser PERFECTO y manifestar en sumo grado las Divinas Posibilidades Latentes en su Interior, porque este es el movimiento y es el objeto de todo el Plan de la Evolución Humana. La Ley de Evolución le impele sin cesar hacia más levantadas empresas, y si es prudente se adelantará a sus exigencias, anticipándose al necesario curso de lecciones, porque así no sólo evita todo antagonismo con la Ley sino que obtiene el máximo auxilio de su acción.
La primera NORMA DE LA MORAL es la de NO DEJARSE LLEVAR por un pensamiento, sentimiento o acto que sea peligroso o nocivo para los demás, porque entonces nos obligarán a recogerlo y "comerlo", y si es un veneno, seremos nosotros los primeros en ser envenenarnos. Cuando consideremos esto como una Regla Absoluta, empezaremos a PERFECCIONARNOS. Se sabe muy bien lo que a menudo impide a los humanos entenderlo: es  la LENTITUD con la cual se manifiestan las Leyes. Ni el BIEN llega enseguida, ni tampoco el MAL. Un hombre no cesa de infringir las Leyes y todo le va bien, mientras que otro que es honesto, que siempre hace el bien, sólo encuentra dificultades; entonces todos llegaremos a la conclusión de que no hay Justicia. Los humanos desconocemos la razón de esta lentitud en las recompensas y los castigos. Se hacen preguntas y se dicen: "si las Leyes actuasen con más rapidez, sería mucho mejor porque entonces seríamos corregidos o recompensados inmediatamente, con lo cual comprenderíamos". Pues bien, nosotros conocemos algunas razones de esta lentitud. Esta lentitud, nos muestra la bondad y la clemencia de la Inteligencia Cósmica al querer dar a los humanos tiempo para experimentar, reflexionar e incluso arrepentirse, mejorarse y reparar sus errores. Si las Leyes castigasen inmediatamente nuestras faltas, seríamos aniquilados, y no podríamos mejorarnos. El Cielo nos da tiempo enviándonos pequeños inconvenientes para que REFLEXIONEMOS y tengamos la posibilidad de enmendarnos.
 En cuanto al que hace el bien, tampoco se le recompensa inmediatamente, lo cual es mejor, ya que si recibiese enseguida la recompensa, comenzaría a abandonarse y entonces infringiría las Leyes. Así pues, el Cielo le permite FORTALECERSE para que se consolide, para que se conozca; no lo da todo inmediatamente para ver hasta qué punto continua haciendo el bien. Otra razón poderosa de esta lentitud de la Ley del Karma, es para que no obremos por miedo o conveniencia personal. El miedo al sufrimiento, al dolor físico o emocional nos haría ser buenos por temor a las Leyes y al castigo, luego seríamos buenos por TEMOR no por AMOR. También muchos obrarían bien por CONVENIENCIA EGOÍSTA o personal, ya que pensarían: "voy a hacer todo el bien que pueda para que así reciba de la vida solo experiencias alegres. y, no tenga ningún disgusto". Esta forma de pensar no es que sea del todo mala, sino que es egoísta, y la acción buena no partiría del NATURAL FLUIR DE LA FUERZA DEL ALMA que no espera recompensa alguna, y obra sólo por AMOR, sino que partiría de un impulso de APEGO AL FRUTO DE LA ACCIÓN, lo cual sería lamentable. El ALMA cuando fluye a través de la personalidad no pretende hacer ni el bien ni el mal, ella obra DIVINAMENTE por naturaleza, y no espera ni fruto ni recompensa, aunque éstas lleguen.
Pero por supuesto debemos trabajar para lograr hacer buenas acciones, de esta manera atraemos por LEY DE AFINIDAD partículas luminosas que irán transformando lentamente nuestra casa interior. Posiblemente, al principio, nos estaremos forzando un poco para crear el hábito de pensar, sentir y obrar positivamente. Pero a medida que esas partículas vayan transformándonos, será menor el esfuerzo, hasta que un día FLUYA por nuestro CORAZÓN, por nuestras MENTES y por nuestra VOLUNTAD sólo la manifestación del ESPÍRITU PURO. En ese día ya no haremos ni bien ni mal, ya que ese concepto es muy relativo y desde luego muy humano, sino que seremos la expresión más Divina de nuestro verdadero Ser, el cual está hecho a imagen y semejanza del Creador.
El Genio o los niños superdotados es la marca de toda alma avanzada, la que por medio de esforzado trabajo en muchas de sus vidas anteriores, se ha desarrollado en alguna dirección mucho más allá que el término medio de la raza. El Genio es una vislumbre del grado de adelanto que poseerá por término medio la Raza venidera. Esto no puede explicarse por la herencia, que sólo tiene que ver en parte con el cuerpo denso y no con las cualidades del Alma. Si el Genio pudiera ser explicado por la herencia, ¿por qué no hay una larga línea mecánica de antecesores previos a Thomas Edison, siendo cada uno de ellos más capaz de su predecesor?, ¿por qué no se propaga el genio a sí mismo?, ¿por qué no es Siegfried el hijo, más grande que Ricardo Wagner el padre?.
En los casos en los que la expresión del Genio depende de la posesión de órganos especialmente construidos, que requieren edades de desarrollo, el EGO encarna naturalmente en una familia de Egos que hayan trabajado durante generaciones enteras para construir un organismo semejante. Ésta es la razón de por qué veintinueve músicos, más o menos geniales, encarnaron en la familia de Bach durante un período de doscientos cincuenta años. Que el Genio es una expresión del alma y no del cuerpo queda demostrado por el hecho de que la personalidad de Juan Sebastián Bach no fue el florecimiento de la perfección creciente de sus antecesores, porque el talento de aquél estaba muy por encima, no sólo del de sus antecesores sino del de sus sucesores. El cuerpo es simplemente EL INSTRUMENTO cuyo trabajo depende del Ego que lo guíe, así como la calidad de una melodía depende del sentimiento del músico, ayudando por el timbre o temple de su instrumento. Un buen músico no puede expresarse plenamente en un pobre instrumento, y aún más, sobre el mismo instrumento no todo los músicos pueden tocar igual. El que un Ego encarne como hijo de un gran músico no implica necesariamente que deba ser un genio mayor que su padre, como debería ser forzosamente si la herencia física fuera la que produjera el genio, en vez del Alma.

El Karma Se Divide En Tres Partes: Es decir, es de tres clases. Y sería conveniente, aunque sólo sea a modo de introducción, conocerlas. Estas son:
Karma " SANCHITA ": (equivalente a "acumulado"), esto es, Karma que ha sido acumulado durante muchas vidas. En las primitivas vidas como salvaje, es natural que deba haber un conjunto más de Karma malo que bueno.  Por lo cual, tan sólo una porción de todo su Karma se da al hombre para su descargo en la próxima vida, reservando el resto como SANCHITA, ya que de otra manera, el Ego no desarrollado se sentiría ABRUMADO bajo el resultado total de sus acciones. Además, algunas de las acciones del hombre, requieren mayor tiempo para el proceso operativo de sus resultados, y deban ser acumulados a SANCHITA.
Karma " PRARABDHA ": (o Karma MADURO, equivalente a "comenzado"), que  debe agotarse en esta vida; Karma seleccionado del SÁNCHITA por los Señores del Karma para que un hombre se descargue de él en su vida actual. Esto es lo que ordinariamente llamamos Hado, Suerte o Destino. Del Karma total del pasado, solamente una porción puede ser agotado dentro  del límite de una sola vida. Hay ciertas clases de Karma que son demasiado incongruentes para ser ejercitadas en un solo cuerpo físico, de un tipo particular; hay obligaciones que fueron contraídas con otras Almas las cuales, probablemente, no se encontrarían todas en encarnación al mismo tiempo; hay Karma que requiere ser agotado en cierta NACIÓN particular, o en determinada posición SOCIAL, en tanto que el mismo hombre puede tener otro Karma que requiera un ambiente por completo diferente. En consecuencia, de su Karma total del pasado, seleccionan los Señores del Karma la parte que deberá ser agotada dentro del período de una sola vida; y esta parte se llama "su PRABDHA". Tal Karma es el que puede ser delineado en un HORÓSCOPO bien interpretado por un Astrólogo competente.
Karma " KRIYAMANA ": (el Karma que está en curso de FORMACIÓN cuando Prárabdha se está liquidando, y el cual, agregado a Sánchita, se nos presentará como el Prábdha en una vida FUTURA); esto es, que el Kriyamana es un NUEVO KARMA que formamos en nuestra actual vida y que servirá  como Karma futuro, con lo cual, El Sánchita o Karma acumulado se irá engrosando en positivo o negativo, depende de nuestra actuación.

El "Prárabdha" o Karma que debemos librar en nuestra actual vida, ejerce su presión hasta cierta medida sobre nuestras acciones, pero NO sobre nuestro LIBRE ALBEDRÍO. Si bien limitados por tal Karma disfrutamos del Libre Albedrío para formar nuestro futuro Karma o DESTINO. Como vemos el Destino es en Gran Medida el resultado de nuestra actual forma de ACTUAR en los tres planos. Luego el hombre es el verdadero alfarero de su porvenir, y el barro son las circunstancias de nuestra vida. Cada cual que modele la figura que más le plazca, está en su derecho, pero que se atenga a las consecuencias, ya que vivimos en un mundo con Ley.

EL LIBRE ALBEDRÍO

Sobre el Libre albedrío debemos saber que aunque todos los hombres lo tienen, NO TODOS LO USAN. El Libre Albedrío es la capacidad de actuar en la dirección que uno desee voluntariamente, aún a expensas de influencias adversas ya sean internas o externas. Puede parecer incluso contradictorio lo que hemos mencionado al principio, que aún teniendo el hombre Libre Albedrío no lo use, pero es que la mayoría de las veces cuando creemos que hacemos algo voluntariamente, por nuestros propios medios, NO ES ASÍ, sino que son las FUERZAS MECÁNICAS de nuestra propia Personalidad las que actúan y no nuestra VOLUNTAD INDEPENDIENTE. Para comprender esto, podemos poner un ejemplo sencillo:
--- Supongamos que nos encontramos con un hombre que nos insulta  y nos ofende, AUTOMÁTICAMENTE, debido al mecanismo creado por años, nosotros a tales insultos saltamos iracundos y encolerizados y le devolvemos más insultos y ofensas. Tal acción es bastante normal en nuestros días, pero realmente ¿qué ha sucedido ahí?. ¿Hemos actuado con Libre Albedrío, o hemos obrado instintivamente, es decir, mecánicamente? Obviamente es fácil de responder. El hombre posee, gracias al Libre Albedrío, la posibilidad de cambiar de dirección. El hombre posee la capacidad de no dejarse arrastrar por sus impulsos, por sus deseos o por sus pensamientos. Por lo tanto el hombre es capaz de cambiarlo TODO con un acto de voluntad firme y claro. Y eso se puede lograr  gracias a la Libertad que posee el hombre. Es evidente, sin embargo, que el ser humano no es totalmente libre, como es fácil de observar. Está especialmente condicionado por su Karma, que ha creado durante milenios, pero aún así debido a la Divinidad Interna que posee, es capaz de tomar UNA DECISIÓN, cambiando voluntariamente el rumbo de su vida y de Gran Parte de su KARMA ---

PREGUNTA:  ¿Son todos nuestros SUFRIMIENTOS resultado de nuestro Karma pasado?
RESPUESTA: Una gran porción de los sufrimientos humanos es lo que se llama "Karma de Contado", el cual no se debe a resultados de acciones pasadas, ya que las nueve décimas partes de nuestros actuales sufrimientos son meramente el producto de errores que por ignorancia cometemos en la vida presente.
En cuanto un Ser comprende el propósito de la VIDA y, tomando seriamente su propia  EVOLUCIÓN en sus manos, se esfuerza por ARRANCAR de Raíz todo mal y desarrollar rápidamente lo bueno que existe en él, a fin de llegar a ser UN CANAL siempre más y más Perfecto para el AMOR DIVINO, los Señores del Karma, reconociendo su ardiente deseo, AUMENTAN la Cantidad de MAL Karma que deba ser liquidado en la vida presente y le ayudan así a desembarazarse prontamente de su antigua DEUDA. Tal es la causa de que muchas Almas Buenas, SANTOS o Fervorosos sufran tanto al parecer; están haciendo rápidos progresos y saldando prontamente sus Deudas (ya que se han fortalecido lo suficiente para hacerlo así), a efecto de que sea DESPEJADO el Camino para su futura labor.
PREGUNTA:  Puesto que cada acción del hombre afecta invariablemente a muchos otros que lo rodean, ¿Tendrá él que encontrarse con todos aquellos para liquidar su cuenta Kármica?
RESPUESTA:  Los efectos son triviales en muchos casos, si bien en otros podrán ser de graves consecuencias. Resultados triviales, buenos o malos, son meramente partidas chicas de DEBE y HABER de nuestra cuenta con la Naturaleza; si bien los resultados mayores, de cualquier clase, especialmente cuando hay definida relación de amor u odio, constituyen cuentas personales que deberán saldarse con las personas correspondientes. Una persona que da de comer a un hambriento, o que causa una pequeña molestia a otro, no necesitará encontrarse con él de nuevo, puesto que recibirá el resultado de su buena o mala acción del Depósito General de la Naturaleza; pero si altera el curso de la vida de otro, mediante un gran beneficio o un serio perjuicio, deberá  tarde o temprano, encontrarse con aquel otro ser para ajustar cuentas. En suma, las pequeñas DEUDAS pasan al fondo general, en tanto que las grandes deben pagarse personalmente.

PREGUNTA:  Un hombre es atraído de nuevo a la Tierra por sus deseos, pero como los MAESTROS no tienen deseos, ¿qué es lo que los ata a la Tierra? ¿Por qué abandonan la indescriptible bienaventuranza del NIRVANA (dicha celestial), por los niveles inferiores del mundo de los hombres?
RESPUESTA:   El mundo nada puede ofrecerles que tenga el poder de atraerlos de nuevo a la Tierra; pero ELLOS permanecen en el mundo para ayudar a la Humanidad. Aunque sienten compasión por los hombres, ELLOS jamás intervienen con la Ley del Karma ya que Su intervención en ella crearía confusión; con todo, sin oponerse a la Ley, algunas veces, auxilian a los hombres en su sufrimiento. Su labor no es apagar el fuego, sino evitar que los queme; no apartar el sufrimiento, sino disipar la IGNORANCIA, la CAUSA-RAÍZ de todo sufrimiento que ata al hombre a la Tierra. Y así, los Maestros De Sabiduría permanecen en este mundo para ayudar a sus hermanos y trabajan siglos y más siglos, no por algo que el mundo pudiera darles, sino por el gozo de ver que otras Almas van creciendo a Su presencia y semejanza...

“A la Luz de la Reencarnación y el Karma la Muerte ha perdido su aguijón y el sepulcro su victoria; los hombres caminan siempre hacia su DEIFICACIÓN de mano con sus amados sin que la partida cause nunca miedo. La mortalidad no es más que un papel que el alma desempeña por algún tiempo; y, una vez terminado cuando todas las vidas se han vivido y todas las muertes muerto, el alma empieza a LABRAR SU DESTINO como MAESTRO DE SABIDURÍA, como Reflejo de Dios en la tierra, como "EL VERBO HECHO CARNE". Para todos, cultos o incultos hoy, este es el porvenir que nos espera, la Gloria que ha de Revelarse”.